A las barricadas, ¿acaso nos dejan otra opción?
El hostigamiento legal a aquellos planteamientos políticos que pueden suponer una amenaza o un cambio de parámetros, se ha convertido en una situación jadeada por los partidos de (ultra)-derecha, aplaudida por los socia-listos y aceptada por la sociedad, a pesar de constituir una deficiencia democrática fragrante, una estafa y una tomadura de pelo organizada desde el sistema.
En esta línea de acciones tendentes a delimitar las opciones políticas , se encuentra la decisión de la Junta Electoral Central que ha impedido a Izquierda Republicana concurrir a las elecciones europeas del próximo 7 de Junio, alegando una doble inscripción en el registro de partidos. La voluntad de no presentarse a las elecciones de los firmantes de esta segunda inscripción ha sido suficiente para que el órgano regulador rechace la candidatura de los representantes legales del partido, a pesar de que han aportado la documentación notarial y las actas acreditativas. Así de fácil es apartar a un adversario político. De una manera similar, sin pruebas y con falsas acusaciones lanzadas desde el aparato jurídico del Estado, siguiendo las vociferaciones caninas de la ultraderecha, se pretende apartar la candidatura de Iniciativa Internacionalista, con el consentimiento vergonzoso del PSOE e IU.
La voluntad de acallar las sensibilidades discordantes está tan fuertemente arraigada que fácilmente se apodera incluso de los partidos moderados, de tal modo que se apuntan a la represión sin remordimientos. Es el caso del PSOE, que aceptó una Ley de Partidos aprobada durante el gobierno del PP y dictada por la ultraderecha . Existe una carta, anterior al supuesto golpe de Estado, en la que Antonio Tejero solicita al Rey de España las disposiciones antidemocráticas que posteriormente se aprobarían en la ley de partidos. No hay ninguna duda de que el imperialismo, el capitalismo depredador y el fascismo se encuentran moviendo los hilos de esta falsa democracia en la que el PP, el SOE e IU no son más que títeres en manos de los poderosos, los mafiosos, los delincuentes de guante blanco, los aliados del imperialismo yanqui.
Resulta decepcionante la escasez de las voces que se levantan ante estas decisiones antidemocráticas. Se trata de dos ataques inaceptables y bochornosos a dos candidaturas presentadas con ilusión, con principios democráticos y con fines pacíficos y solidarios. Pero ni siquiera Izquierda Unida ha mostrado públicamente su rechazo a tales decisiones escandalosas de la Junta Electoral Central y del cuerpo de Abogados del Estado, a pesar de que Izquierda Republicana iba a presentarse en su coalición y que esta formación republicana ha mostrado constantemente su lealtad y solidaridad con IU.
En su intervención el el programa “tengo una pregunta para usted”, Cayo Lara ya dejó bien claro que no estaba por la labor de reivindicar la república, pues paso página cuando un joven lleno de ilusión le instó a mostar su convicción republicana y su intención de practicarla. Cayo Lara le respondió que ahora no era el momento, que había que buscar soluciones a la crisis.
Entonces, ¿cuánto más habrá que esperar? ¿otros cuarenta años de dictadura? ¿otros trenta años de transición?¿Acaso la crisis no ha venido impulsada por un sistema de estado corrupto que hay que cambiar para fundamentarlo en principios austeros y republicanos?
El sistema de monarquía parlamentaria establece que la constelación política ha de estar compuesta por el PPSOE y sus satélites. Cualquiera que se salga de su órbita ha de ser abatido mediante los torpedos legales o policiales. El supuesto terrorismo de los pacíficos y los alternativos se utiliza para justificar descaradamente el terrorismo de Estado, para construir con disimulo un régimen autoritario, una dictadura borbónica encubierta.
Sin embargo, más bien cabría aplicar la ley de partidos a la formación que mantuviera en puestos honoríficos a un ex-ministro fascista o a un criminal de guerra. Es el caso del partido pupular con Fraga Iribarne y Aznar, ambos cómplices de regímenes fascistas y genocidas. ¿A qué espera el cuerpo jurídico del Estado para llevarles a un tribunal penal, el uno por firmar una sentencia de muerte arbitraria, el otro por conducir a España a una guerra imperialista, bárbara e ilegal. ¿Acaso no sería lógico obligar al PP a que condenara el franquismo y sus crímenes para admitirle en el juego democrático? También es procedente cuestionar la legalidad de un partido que basa sus apoyos en el falangismo y el ultracatolicismo, que atiza la confrontación entre los pueblos y que esconde sus intenciones beligerantes bajo las siglas del progreso y la democracia. Incluso se podría aplicar esta ley irracional al partido socialista, puesto que no condena la violencia en Afganistan, sinó que la ha apoyado.
El intento de criminalizar la valentía de espíritu de Alfonso Sastre es una aberración y desde aquí quiero mostrarle mi solidaridad, tanto a él como a la infatigable Doris Benegas.
Apartar a un partido como Izquierda Republicana de las elecciones es un crimen a la memoria histórica, una concesión a la represión franquista, que por desgracia sigue vigente, como tuve ocasión de advertir públicamente en las Jornadas que sobre este tema presenté el pasado mes en el Colegio Mayor Dr. Peset de Valencia, organizadas por la Asociación Joan Peset i Aleixandre.
A tal grado de decadencia ha llegado la restauración borbónica y tan descarada es la alternancia bipartidista, que probablemente no cabe seguir luchando dentro del sistema, sinó establecer un pacto para derrocarlo. No creo que la situación política ni la económica nos deje otra opción más que planificar la hoja de ruta de la revolución y seguir la estela de los países que ya la han iniciado, Cuba, Venezuela, Corea del Norte, Nicaragua, Bolivia.
!!!A las barricadas!!! ¿Acaso nos dejan otra opción?
1 comentario
Ramón -
http://izquierda-republicana.org.
Creo que no estas bien informada, Manuela.
Salud y República.