La Diosa Fertilidad
Ceñir la relación de pareja al ámbito de la vida privada, como excusa para no revelar la propia homosexualidad, es una barbaridad antropológica. Incluso los animales dan a conocer su pareja, pues esta relación forma parte de una entidad grupal más amplia en la que se integra. Los políticos que, ostentando un cargo público relevante, esconden una relación homosexual, niegan a la sociedad la posibilidad de que estas relaciones sean bien vistas y mantenidas abiertamente sin tapujos por el resto de gays y lesbianas, a quienes no apetece esconderse. Del mismo modo que los políticos heterosexuales presentan en sociedad a su esposa e hijos, sería recomendable, en aras de una verdadera igualdad, que los homosexuales también presentaran a su pareja. ¿Por qué No? Sin embargo, los partidos parlamentarios han relegado a aquellos escasos políticos que han salido del armario. A pesar de que se hayan promulgado leyes que favorecen los derechos civiles de gays y lesbianas, la consigna continúa siendo proyectar la familia con capacidad de reproducción y mantener la infértil en la excepción. En esto, como en tantas cosas, no hemos evolucionado respecto del hombre primitivo, para el que la fertilidad era el icono superior de la vida social, llegando a convertirla en diosa.
En mi opinión, la pretensión de mantener el crecimiento de la economía fomentando la natalidad demuestra carencia de ideas e iniciativas económicas para fomentar un verdadero tejido productivo. Si a ello acompañamos una oposición cuya única herramienta de crecimiento es la grúa de construcción, y cuya religión aplaude también la familia numerosa, nos encontramos con un panorama dudoso.Impulsar la natalidad es una medida irresponsable no sólo para el propio país, sinó para el planeta en general, pues nos encontramos en un contexto globalizado, en el que algunas zonas tienen serios problemas de superpoblación y hambre.
La apuesta por el futuro económico no puede consistir en que la familias tengan más hijos, sinó en garantizar las condiciones para que los niños que ya han nacido tengan un futuro prometedor. Para esto se necesita una política económica elaborada que favorezca la educación y la investigación, así como la conexión de éstas con el mundo empresarial, con el fin de que se produzcan bienes y servicios competitivos. Pero esto conlleva una planificación y una serie de medidas más complejas que una simple asignación de 2.500.-.
4 comentarios
anonimous -
Manuela, no me seas demagoga...
terrorismo_kitsch -
DaRRi -
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Si es verdad que nadie tiene porque hablar de su vida privada. Cada uno vive su condición sexual y su vida como quiere, mientres no moleste a nadie, PERO, en cuanto a los plíticos (y sólo aquellos que quieran), si podrían confesar su condición sexual ya que parte de la no aceptación social hacia la homosexualidad está muy vinculada a la política.
Creo que si ciertos políticos influyentes "salieran del armario", la sociedad tendría una idea más normal de la homosxualidad, y no como la gran mayoría de personas, que desgraciadamente, en España, y otros paises, ven la homosexualidad como personas degeneradas, pervertidos, vicio, etc.
Un Abrazo.
DaRRi
terrorismo_kitsch -