Luchad para que no sobrevenga.
LA MADRE PATRIA
Nos dirigimos a un escenario económico y social parecido al de algunos países sudamericanos: deuda nacional axfisiante, salarios bajos y altos precios de los productos básicos, liderados por una clase política y empresarial tan corrupta como la que lleva dirigiendo aquellos durante décadas. Incapaces de educar al pueblo e infundirle valores, tendieron a los jóvenes la trampa del “cómprate un pisito y ten un hijito”. Ahora esta farsa se viene abajo y urden otra, la de emitir deuda nacional para financiar a bancos y constructoras, deuda que habremos de pagar los próximos años, quedando hipotecado el futuro de las cuentas públicas, quizá por generaciones. Se trata de un lastre que mantendrá a la nación paralizada, sin capital para acometer inversiones. Cualquier barbaridad es válida con tal de consevar el poder, que no cunda el pánico o se venga abajo algún banco de los que conceden créditos para pagar las campañas electorales.
La solución para inyectar liquidez en el mercado debió haber pasado por la subvención de la deuda hipotecaria de los particulares con el fin de aumentar su nivel de renta disponible, nunca por entregar fondos públicos a entidades privadas. Pero el gobierno no ha pensado en reducir la carga crediticia del ciudadano, sinó la de sus apoyos: medios de comunicación, constructoras y bancos. En último término la financiación de estas entidades debería conllevar su titularidad pública total o parcialmente, de modo que los posibles ingresos que generen en el futuro sirvan para paliar la deuda que ahora provocan al Estado.
MI PREVISIÓN, MI RECOMENDACIÓN, MI RECRIMINACIÓN
Si bien a medio plazo la deflacción imperará inducida por el empecinamiento en bajar los tipos de interés, manteniendo el mismo sistema de crédito y emisión de moneda, es fácil que pasados unos años la hiperinflacción se instale junto con unos salarios por los suelos, que impedirán el mantenimiento de un nivel de vida digno a grandes capas de la población. En el Estado español la salida a esta crisis no se producirá en menos de siete años y es fácil que tarde más de diez o que se alargue algunos lustros. España no iba tan bien.
Mi triste recomendación a la generación de jóvenes es que emigren a países con mayores perspectivas a medio plazo o bien que se organicen para provocar un colapso social que derroque el actual sistema político-económico. Parecen dos salidas arriesgadas, pero el mayor riesgo reside en permanecer inertes mientras el país es saqueado por una pandilla de maleantes con traje y corbata. Si bien la crisis es internacional, los países centroeuropeos y escandinavos, que han mantenido una praxis política y económica más responsable, se encuentran en una coyuntura menos comprometida.
Hasta ahora había regido un pacto de no agresión entre PP y PSOE, que este último ha roto para desviar la atención de su ineficacia. Se estaban repartiendo el pastel y escondiéndose mútuamente sus formas indecentes. Con la ruptura de este pacto por parte del PSOE, la derecha no tardará también en sacar los trapos sucios de los socialistas, quienes están metidos en el ladrillo, la ruina de las cajas de ahorros y la especualción del suelo hasta las cejas al igual que sus compinches del bipartidismo.
El control que ambos partidos han ejercido sobre el sistema judicial y sobre los medios de comunicación, así como las ayudas a empresas constructoras, energéticas y financieras afines a cada uno desautorizan completamente la democracia española. Se han roto los principios de separación de poderes. La libertad de prensa está comprometida porque los grupos de comunicación tienen descaradas afinidades políticas y su viabilidad económica depende de ayudas públicas. Se han usado los cargos públicos en beneficio de los negocios propios, de amigos y de familiares. A la mayoría le parecía todo esto normal, pero la ruina a que ha llevado evidencia su anormalidad.
La desazón, el desencanto y la falta de interés por todo esfuerzo intelectual y laboral se extenderá por el tejido social a la vista de que quienes deberían dar ejemplo se han dedicado a llenarse los bolsillos mientras la mayoría subsistía con mil euros. Urge la regeneración de toda la clase política sobre la base de los principios republicanos de austeridad, dignificación del estudio, la formación y el trabajo, compensación del esfuerzo y reparto equitativo de la riqueza nacional. Hay que legislar para impedir que la especulación sobre el suelo, la vivienda y las naves industriales se convierta en motivo de enriquecimiento de una clase cuyo único trabajo es mantener los contactos adecuados; pandilla de parásitos dedicados a jugar al golf, cazar y comer con quien les pueda proporcionar la información precisa.
Con una Izquierda Unida maniatada, relegada de los medios, incapaz de aprovechar una coyuntura que habría de convertirla en la primera fuerza política del país,solamante la desintegración de las formaciones del bipartidismo provocada por fuertes escándalos o agotamiento de sus fórmulas, podría conducir a la renovación del panorama político; pero la falta de líderes y la inacción del pueblo dificulta enormemente esta posibilidad.
!Jóvenes de los Pueblos de España, levantaos y luchad para que no sobrevenga este triste panorama a que nos conducen quienes rigen los destinos del país! Por propia experiencia sé que la única salida a la marginación impuesta es el grito, la expresión de la propia verdad y la fe en la capacidad individual para regenerar la vida y la sociedad. Invadid las calles, los centros de trabajo y los patios de las universidades. Avergonzad a los dirigentes políticos, que sean incapaces de dar un paso en público sin que alguien les arraque la careta. Basta ya de máscaras. Pero no olvideis jamás vuestra formación y vuestra cultura, pues mi realidad me ha enseñado también que son las más valiosas monedas con que llenar los bolsillos.
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