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El Blog de Manuela Trasobares

Ella se pone morada

Ella se pone morada

 

          Esta es una escena que me prohibió plantar la Junta Central Fallera de Valencia, bajo amenaza de intervención policial y quedó retenida en mi taller.  La otra es un ninot de Rita Barberá que publicaré en unos días y que tampoco tiene desperdicio. A pesar de la oposición que generó mi inicio en las Fallas de Valencia por la temática sexual que abordé, perfectamente asumible en el contexto satírico fallero, continué plantando en la capital durante cuatro años con el apoyo de algunos presidentes de comisión progresistas como Pablo Rodríguez, de Izquierda Republicana del País Valencià i por aquel entonces en la Falla de la Plaza de España. También recibí de manos de los socios del Club a La Nostra Marxa el premio a la mejor artista fallera. y desde aquí quiero rendir homenaje póstumo a su fallecido presidente, Simó Aguilar i Castelló, luchador infatigable por las fallas y las libertades.

        Bien, fíjense en el parecido que guarda la postura de la fotografía con la de la portada de El Jueves. Em ambos casos el aparato censor aduce similares argumentos: ofensa y mal gusto. Pero la realidad es que al status quo no le conviene que se transmitan ciertos mensajes reveladores. Y la caricatura principesca decía mucho. En mi caso la fallera mayor de la comisión se sintió ofendida, por miedo a que se la identificara con la imagen frívola  y recurrió a la Junta Central Fallera. La Princesa Dª Leticia no puede permitirse el lujo de ser representada como una mujer sensual que goza con una buena embestida, más bien debe situarse en la escena de la abnegación que tan buenos resultados propagandísticos da a la familia real.

        Sin embargo, yo, miembro del pueblo llano, me presento a unas elecciones democráticas y enseguida la mano negra saca a relucir mi pasado y mi sexualidad. ¿Y por qué hay que esconder la biografía de quien va a ser Reina de España por braguetazo? ¿Acaso no será más interesante para el ciudadano que la de Isabel Pantoja, Carmina Ordóñez o Bárbara Rey? Y en el caso de Bárbara no convendría que nos informaran de los motivos de tal apellido artístico? El público tiene derecho a conocer la anterior vida marital de Dª Leticia, las circunstancias del fallecimiento de su hermana, el divorcio de sus padres, etc.

        Si la vida de cualquier plebeyo que adquiera cierta fama va a ser escudriñada hasta la saciedad, ¿cuánto más no debería serlo la de quienes pretenden erigirse como modelo supremo de familia y viven de los impuestos del contribuyente?

        En unos días publicaré la foto del ninot de Rita Barberá, pero no el que salió en Interviu, sinó el original censurado, con plátano incluido. Que sigan disfrutando del verano.

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