INCONGRUENCIA CONSERVADORA
La postura del PP respecto de la transexualidad me parece incongruente: por un lado aprueban cubrir la cirugía de reasignación sexual a mes y medio de las elecciones; por otro, se opusieron a la ley de identidad de género y mantienen su oposición al matrimonio homosexual. ¿Qué piensan hacer con los transexuales una vez les hayan prestado asistencia médica? ¿Estarán de acuerdo en que se inscriban en el registro civil con su nueva identidad? ¿Y si quieren contraer matrimonio? ¿Se negaran los alcaldes del PP a casarlos? Quizá pidan a algún monseñor que nos escuche en confesión a la salida del quirófano, pues según la moral que ellos quieren enseñar en las escuelas, estamos en pecado mortal .
Cuando la Consellería de Sanidad anunció que la inclusión de la cirugía de reasignación sexual en el listado de prestaciones y la creación de la denominada Unidad de Atención Multidisciplinar a la Transexualidad, algunos dirigentes del movimiento LGTB se apresuraron a aplaudir esta concesión sin un análisis profundo de la problemática transexual y sus necesidades. Han caído en la trampa de hacer campaña al PP.
Tanto estas medidas del Consell como la ley de identidad de género cabe considerarlas avances positivos hacia la igualdad de las personas transexuales; pero no son metas, sinó puntos de partida imprescindibles de un largo camino que queda por recorrer. Salvo algunas excepciones, la realidad de las personas transexuales es dramática: marginación, exclusión, dificultad de acceder al mercado laboral y prostitución. Incluso aquellas con un grado aceptable de integración tienen serios problemas sociales, educativos y laborales provocados por la presión que se recibe del entorno, al ser visto por la sociedad como alguien extraño o peligroso.
Por todo ello,la cuestión transexual no puede ser abordada únicamente desde el punto de vista sanitario. Efectivamente precisa de la intervención de diversas especialidades médicas, pero sus necesidades van mucho más allá, alcanzan los ámbitos laboral, educativo y asistencial. La cuestión urgente, una vez aprobada la atención médica y el reconocimiento legal, es la aplicación de medidas de acción positiva o discriminación positiva que palíen la actual marginación laboral y social.
Si inscribimos su nombre en el registro civil y le damos asistencia médica integral, nos queda lo más importante: dotar a la persona transexual de las herramientas para facilitar su inserción en la sociedad y en el mercado laboral a través de planes de educación específicos, exenciones de las cuotas de la Seguridad Social u otras medidas que fomenten su contratación o autoempleo. De otro modo la cadena de marginación continúa y de poco valen el nombre de pila y la asistencia médica para frenarla.
Además de abordar este tema desde el punto de vista de la formación profesional y la inserción en el mercado laboral, es fundamental la educación de la sociedad en general para que este colectivo sea normalmente aceptado, y reconocido su derecho a recibir un tratamiento especial por parte de las instituciones. Hay que evitar con campañas de comunicación que este trato específico sea visto como un privilegio, pues se trata de una necesidad fundamental para compensar años de discriminación, causada por las ideas y la moral conservadoras.
1 comentario
Sheikah -
Sortosament, la societat avança... Amb lentitud, i ensopegant, i amb molts entrebancs tals com el PP mateix, però avança. Caldrà tenir paciència i fer pinya entre tots.